«Hay gente con mucha conciencia social y grandes ideas para aportar, pero no se les escucha por ser jóvenes»
María Álvarez Remis
Vivimos reforzando nuestras debilidades, día tras día, «Que va,esto no voy a ser capaz de hacerlo», «Sal tú», «A mí mientras no me pregunten», «No se me da bien», «No me gusta», aunque muchas de esas barreras que nos autoimponemos las reforzamos sin siquiera intentarlo. Seguramente te sientas identificada/o con algunas de estas frases como respuesta a situaciones que no controlas.
Hace casi un año, precisamente el 10 de diciembre de 2019 en la revista «Psicotherma» se publicaba un estudio de la Universidad de Oviedo donde se reflejaba que una de las mayores causas de estrés del alumnado universitario asturiano era hablar en público. (Visita la noticia: https://www.uniovi.es/-/la-gestion-de-la-carga-de-trabajo-academico-y-el-miedo-a-hablar-en-publico-principales-causas-de-estres-entre-el-estudiantado-universitario).
Y es que hay estudios que indican que hasta el 75% de las personas adultas sufren «Glosofobia», que es el miedo a hablar en público. Y las razones que se dan son variadas: timidez, vergüenza y sobre todo desconocimiento (no saber cómo hacerlo), y pasan los años y los años y seguimos hablando en público aunque no queramos y haciéndolo como buenamente podemos pero pasándolo fatal.
Pero se puede superar. Un buen ejemplo de todo lo anterior es María, un ejemplo de superación. Ser o considerarse tímida no fue suficiente excusa.
María es estudiante de psicología de primer año, «aunque no tengo claro por completo en qué quiero especializarme sí que me parecería increíble trabajar en una asociación de mujeres maltratadas dándoles apoyo psicológico. O quizá en un futuro opositar para ser orientadora en un colegio o instituto».
Pero, ¿cómo lo hizo? Pues nos ha compartido parte de su historia.

Empezaste con formación para la liga de debate escolar de Gijón y terminaste siendo campeona de debate junto con tu equipo delante de un teatro lleno, ¿Cómo enfrentarse a eso?
El primer día que empezamos a preparar la final, mi equipo y yo habíamos decidido que yo haría la introducción y aunque me hacía mucha ilusión, porque durante la liga de debate no había sido oradora aún, lo pase bastante mal pensando en tener que salir al «Teatro Jovellanos» a hablar.
Recuerdo que cuando tuvimos preparado el discurso de introducción y probé a decirlo con mis compañeros de público tuvieron que girarse para que no les viera la cara porque era incapaz. Por eso creo que me sirvió muchísimo esta experiencia, acabé hablando en el «Teatro Jovellanos» lleno, delante de muchísima gente y salí muy satisfecha de cómo lo hice.
Tanto que tu equipo, el IES El Piles de Gijón, ganó la gran final. ¿Algún consejo a alguien que quiera vencer esos obstáculos?
Depende de en que se crea que flojea, yo por ejemplo tengo claro que mi problema era la timidez. Y si tuviera que dar un consejo sobre este problema sería que confíe en sí misma/o porque, por ejemplo, si estás ahí es porque la gente ha confiado en tí, es por algo, y si te lo preparas bien no tienes porque tener ningún problema. Si el problema es otro, como vocalización o lenguaje corporal me dejaría aconsejar, en mi caso fue con la gente que nos prepara para la liga, dan muy buenos consejos al respecto
De todo aquello que os prepararon para ello, ¿Qué técnica o consejo recuerdas que te haya servido?
No es una técnica en realidad, pero es verdad que mientras preparábamos la liga de debate teníamos que seguir estudiando para los exámenes de mayo (de primero de bachillerato) y seguir con nuestras rutinas (entrenamientos, quedadas con amigos, etc) por lo que recuerdo que aprendí a organizarme mejor de lo que lo había hecho nunca. Aunque tenía menos horas para estudiar eran mucho más productivas porque sabía que después no tendría más tiempo.
¿Consideras que es importante en el ámbito escolar este tipo de actividades?
Me parece muy importante este tipo de actividades, porque aprendes a escuchar los argumentos de los demás, y no únicamente para contrargumentar sino también para aprender de ellos. Además tener que preparar las dos posturas sin saber cuál te va a tocar defender (a favor y en contra) te demuestra que no hay verdades absolutas y que es realmente difícil posicionarte en determinados temas.
En el ámbito de la juventud, ¿tenéis suficientes espacios para poder hablar de esos temas y que se os escuche?
A veces se piensa que la juventud no tenemos una opinión formada sobre algunos temas y no es cierto. Hay gente joven con mucha conciencia social y grandes cosas que aportar a la que no le hacen caso, simplemente por ser joven. Por eso creo que que son necesarios aún más espacios para que la gente joven opine libremente debata y aprenda unas/os de otras/os.
¿Quién dice que no se puede?
¡Gracias María, síguenos sorprendiéndonos y levantando la voz!