El gran esfuerzo que miles y miles de jóvenes realizan para compaginar su actividad académica o profesional y el deporte, centrará parte de esta nueva entrega del programa «Tenemos que hablar». ¿Cuántas veces nos paramos a pensar en ello?, sobre todo si hablamos de deportistas de élite o profesionales. Como en muchas ocasiones, sólo vemos la punta del iceberg.
Claudio César Cabañas es entrenador de fútbol nivel 2, entrenador de fútbol sala nacional C, entrenador específico de porteros de fútbol y fútbol sala, entrenador personal y monitor de actividades dirigidas. Nada más y nada menos.
Además de ser un joven deportista, dedica gran parte de su pasión y tiempo a enseñar y formar a niñas/os y jóvenes deportistas. Nuestra juventud tiene la energía para hacer muchas cosas, solo necesita comprensión y ayuda, por eso hoy, habla Claudio César.
¿Nos acompañas a conocerle?
«Esta pandemia ha cambiado muchas cosas, entre ellas, la forma de hacer deporte (en gimnasios y en la calle con mascarilla, el deporte base sin entrenar o competir, etc.) ¿Cómo lo valoras como deportista y entrenador?
Sí que ha cambiado muchas cosas y hubo que adaptarse a esta inusual situación. Yo soy asiduo del deporte, sobre todo en gimnasio y me gusta mucho correr, y llevar la mascarilla he de reconocer que me apartó del gimnasio, intenté hacerlo pero para mí fue muy difícil hacer un trabajo intenso y respirar adecuadamente con ella, además de ser incómoda.
Pero además de eso, yo creo que no nos sentimos del todo a gusto con ella, aunque entiendo su necesidad sanitaria por supuesto, pero ves a la gente con mucho recelo y precaución, al final somos animistas, necesitamos cierta cercanía y eso lo echamos de menos.
¿Qué te comentan tus pupilos, cómo lo van llevando?
El fútbol base se ha visto muy afectado. Este año (temporada 2020-2021) solo hemos entrenado un mes y eso para los niños es muy complicado, muchos han abandonado la práctica, también por los problemas respiratorios que comentábamos.
Es algo atípico, el deporte es importante claro, pero es verdad que quizá no es el mejor momento para hacerlo en grupo ahora mismo. Ellos lo echan de menos y nosotros también, pero no queda más opción que hacer caso a las recomendaciones sanitarias y buscar, a ser posible, otros métodos para seguir activos aunque no sea en grupo.
¿Entonces crees que deberían retornar los entrenamientos y competiciones del deporte base?
Ahora mismo creo que no, no es el mejor momento para volver a los entrenamientos y es bueno esperar a que la cosa mejore. Hemos visto que este virus afecta a personas de todas las edades, a unas más que a otras, pero es un riesgo que considero innecesario ahora mismo.
Como entrenador ¿Qué otros métodos para mantenerse activo recomiendas a jóvenes y a familias con niñas y niños?
Hay muchas maneras, en niños es importante que estén activos, pues en los últimos años se ha incrementado notablemente la obesidad infantil en nuestro país y hay muchas maneras de hacer deporte aún con esta situación de pandemia.
Salir a caminar, una ruta en familia de fin de semana, andar en bici o simplemente a los mismos niños y niñas que están en el mundo del fútbol, les das un balón y en cualquier parque les sirve para echar unas carreras con él. Cualquier cosa que evite estar todo el día delante del sofá o la consola.

¿Cuál crees que es el papel fundamental de un entrenador, sobre todo en categorías inferiores?
En futbol base nuestro papel sobre todo es el de la formación, en eso consisten esas categorías. Estamos al frente de un grupo de personas y nos corresponde enseñarles en la medida de lo posible lo que necesitarán para el futuro.
Hay una cuestión de la que siempre se debate: ¿Formación o competición?. Yo creo que no tienen por qué estar separados, en la vida en general se compite por todo y es bueno si eso incita a mejorar y a crecer en muchos sentidos, pero hay que saber llevar ambas cosas a la vez, sin perder de vista una en detrimento de la otra.
Yo, como entrenador, me preocupo de que los niños y niñas aprendan y mejoren en los aspectos técnicos, hay que animarles a que lo intenten y no castigarles cuando cometen algún fallo, precisamente porque lo han intentado y seguir educando en valores, porque de eso va el deporte y es lo esencial en la vida al final.
Al final estamos, como decía, al frente de un grupo de personas y queramos o no, en muchas ocasiones influimos más en ellos de lo que creemos.
¿Está bien entendido ese papel por padres y madres?
Muchas veces no, pero no solamente por las familias, a veces lo clubes tampoco. Es triste, pero es así.
Para poder conseguir esos objetivos que comentas, aprender en valores y divertirse, es fundamental la comunicación, es decir, cómo consigues comunicar la estrategia y transmitir los valores del compañerismo y la motivación ¿Alguna técnica o consejo que nos quieras compartir?
Completamente de acuerdo, hay que saber comunicar. Yo cuando hablo con ellos, intento hacerlo siempre con sinceridad, siendo coherente y hacer lo que digo, porque no puedo decir una cosa y comportarme de una manera contraria, es decir, no puedo decirles que intenten una jugada, técnica o táctica sin miedo y pegarles una voz cuando no les sale bien.
Tengo que ser consciente de lo que digo, yo hablo con ellos de forma grupal y si en algún momento necesito hacerlo de forma individual también lo hago, es parte de mi trabajo y tengo que preocuparme que todas y todos entiendan el mensaje que quiero trasladarles. Además les animo siempre a preguntar si tienen dudas. Por ejemplo, en las charlas siempre les doy opción de preguntar, de que no se queden sin saber e intento explicarlo de tal forma que lo entiendan fácilmente.
También tiene que haber cierta cercanía, no en exceso porque tampoco se trata de una amistad y deben saber diferenciar en cierta medida los roles, pero sí que haya cierta complicidad. Con niñas y niños la comunicación va de paciencia y explicar las cosas las veces que hagan falta y eso hay que tenerlo claro.
Pegarles voces no sirve de nada, el miedo no es lo mismo que el respeto. Ellos tienen que creer en lo que hacen y no hacerlo porque sí, hay que darles un motivo y explicarles por qué se realiza una acción u otra.
Siendo tan joven y entrenador, además de muchas cosas, se nos vienen a la mente muchos jóvenes que compaginan estudios y/o trabajo con sus respectivos deportes ¿Qué tanto sacrifica un joven deportista que no se alcanza a ver?
Sobre todo sacrificas la vida social, se reduce al mínimo la sociabilidad. Las salidas en fin de semana prácticamente desparecen y al final las horas libres que tienes las utilizas para preparar sesiones, examinar errores que has cometido y cómo puedes mejorar y al llegar el fin de semana, además de competir, lo único que quieres es descansar un poco.
Hubo temporadas de librar solamente los jueves, pero al final es algo que nos gusta y lo asumimos.

¿Qué crees que necesitamos en Asturias para darle un buen empujón a nuestro deporte?
Es necesario sobre todo mejorar y ampliar las infraestructuras deportivas. Hay equipos a los que les es imposible realizar entrenamientos con una mínima comodidad, también hay que invertir en la formación de las y los entrenadores y exigir un mínimo de conocimientos para estar al frente de un grupo de niñas y niños, porque todo empieza ahí, en la correcta formación en edades tempranas y es donde tiene que haber buenos profesionales.
Tiene que mostrarse más interés en todo eso, ya que muchas veces pasa desapercibido y se busca satisfacer únicamente la parte competitiva de la que antes comentábamos.
¿Un último mensaje como joven deportista y entrenador al resto de la juventud?
Solamente decir a los jóvenes deportistas que disfruten y valoren todo lo que viven en cada momento, de los entrenamientos, del grupo en el que se encuentren y que se esfuercen en mejorar y aprender, que todos aprendemos en cada momento aunque no lo parezca.
Los deportistas aprenden la importancia del sacrificio y lo que el deporte en general nos aporta; Como entrenador, aprendemos también de nuestros mismos pupilos, nos enseñan a mejorar y a seguir avanzando en nuestro modo de dirigir, de enseñar, de educar y de transmitir. No lo sabemos todo ni mucho menos, así que nos toca estar en disposición de seguir aprendiendo, conservar la humildad para seguir creciendo y poder así ayudar a los diferentes grupos que nos tocará dirigir.
Y también un mensaje a los entrenadores, sobre todo que se esfuercen por hacer que los jóvenes que se inician en el deporte lo vean como algo positivo, que deseen que el deporte forme parte de su vida en el futuro, que disfruten practicándolo y hacerlo atractivo para ellas y ellos.
Al final nos quedamos solo con las experiencias que tenemos y es importante que las del deporte sean positivas y que no se termine odiando con el tiempo algo tan importante, saludable y beneficioso como lo es la práctica deportiva.
¡Gracias míster!
Esperamos que pronto podamos hablarnos pero en una pista o campo de fútbol lleno de niñas y niños.
