«El sistema educativo no estaba preparado»: Álvaro Álvarez

Acaba el segundo trimestre del curso más difícil y atípico de nuestras vidas. El profesorado es ese conjunto de héroes y heroínas que, junto a nuestra infancia y juventud, nos han dado una lección de resiliencia y amor por la educación.

La educación es uno de esos pilares fundamentales de toda sociedad que se precie de avanzada, moderna, democrática y justa. Es y debe ser nuestra verdadera joya de la corona, y como tal debemos protegerla, incentivarla y mejorarla. Mejorar en educación pública es mejorar como sociedad, ni más ni menos.

Por eso mismo, antes de su merecido descanso por las vacaciones de Semana Santa, que esperamos que sean las últimas en una mal llamada «nueva normalidad», la voz esta vez es de ellas y ellos.

En específico de un joven de 27 años: Álvaro Álvarez Santullano Suárez, profesor de inglés en el Colegio Público Miguel de Cervantes de Gijón, que tuvo la oportunidad de vivir, trabajar y estudiar en Estados Unidos antes de la carrera universitaria.

«Una cosa que me llamó mucho la atención del sistema educativo norteamericano fue la obligatoriedad de cursar una asignatura llamada: debate. Gracias a esta experiencia descubrí la importancia de fomentar las habilidades comunicativas dentro de nuestro».

ALUMNADO Y PROFESORADO ATAVIADO DE MASCARILLA EN TODA LA JORNADA ESCOLAR

Desde el punto de vista de un profesor, ¿Cómo valoras lo que llevamos de curso escolar?

Desde los colegios hemos iniciado el curso escolar con un mar de dudas, demasiados factores a tener en cuenta y muchas novedades en cuanto a las normas de convivencia o higiene. Esto ha sido una carga extra a la hora de planificar las dinámicas y actividades dentro del aula, que se han visto limitadas y condicionadas por la situación sanitaria. A pesar de esto, pienso que los profesores y profesoras hemos sabido amoldarnos a las circunstancias y la incidencia del virus en las aulas está bastante controlada.

Para quien quizá lo desconozca, ¿Podrías explicarnos cómo es el protocolo en esta pandemia, por ejemplo dentro de tu aula?

Todos los profesores/as tenemos que tomar la temperatura a nuestros alumnos/as al entrar en clase, para controlar síntomas de fiebre. La higiene de manos es especialmente importante este año y por ello cada alumno dispone de su propio gel hidro alcohólico, además hay varios dispensadores por los pasillos y uno dentro del aula. Las manos tienen que lavarse antes de comer, después del descanso, después de ir al baño o después de toser o estornudar.

Nuestra clase está aislada del resto de aulas en todo momento, son un «grupo burbuja». Nunca hay contacto directo con alumnos de otros cursos ya que los patios están divididos en dos franjas horarias y 4 o 5 espacios físicos, para que cada clase permanezca en su burbuja en todo momento.

Algo importante dentro del protocolo es la ventilación, que se lleva a cabo constantemente, durante periodos largos, especialmente si no hace demasiado frío. Este aspecto se vigila mediante hojas de control y registro de las horas y minutos exactos que se ventila cada aula, diariamente.

¿Anímicamente observas efectos de la pandemia en l@s más pequeñ@s? Teniendo en cuenta el uso de mascarilla, que no hay muchas actividades, que no pueden competir en sus deportes y por el propio hartazgo de la situación.

Es sorprendente la actitud de los/as más pequeños/as respecto a nuestra nueva forma de vida. Siempre he pensado que ellos lo llevan mucho mejor que nosotros, y les resulta más fácil cumplir con las normas gracias a su capacidad de adaptación. Anímicamente, el confinamiento se ha notado mucho a la hora de incorporarse de nuevo al colegio: normas de convivencia, comportamiento e incluso a la hora de socializar, pero es algo normal.

Las clases online durante la cuarentena y en ocasiones durante este curso han sido todo un reto para profes, familias y alumnado ¿estábamos correctamente preparados?

El sistema educativo no estaba preparado para la no presencialidad, y menos aún en Educación Primaria e Infantil, donde el trabajo en el aula es primordial e insustituible, especialmente en cursos bajos. Creo que las clases online han llegado para quedarse, en cursos superiores como algo fundamental, y en cursos bajos como algo complementario pero no esencial.

¿Dejó patente la existencia de la brecha digital?

Pues respecto a la brecha digital, todos los jóvenes de mi generación somos unos privilegiados a la hora de enfrentarnos a las nuevas tecnologías y su inclusión en el sistema educativo. Pero por otro lado, si creo que gran parte del profesorado carece de la formación y recursos necesarios para enfrentarse a esta situación de forma competente.

¿Debería vacunarse a profesorado y alumnado de inmediato?

No, creo que la situación en los centros educativos no es para nada tan catastrófica como se planteó originalmente en cuanto a contagios. Las medidas de seguridad se cumplen a rajatabla y considero que existen otras prioridades a la hora de aplicar la vacuna.

Dejando de lado un poco a la pandemia, ¿crees que está bien valorada tu profesión en nuestra sociedad?

La verdad es que llevo solo dos años trabajando como profesor pero nunca he sentido ningún desprecio hacia mi profesión, a pesar de que en nuestra cultura popular es bien sabido que no todo el mundo valora lo que hacemos. Creo sinceramente que es muy fácil ser cualquier profesor. Sin embargo, ser un buen profesor me parece un trabajo muy complejo que requiere de años de experiencia, cometer errores, mucha planificación, imaginación, creatividad y ganas de encontrar nuevas formas de trabajar y llegar a tu alumnado.

Eres profesor y joven, ¿crees que se ha estigmatizado de más a la juventud en esta pandemia?

Creo que sí. Vivir esta situación siendo adolescente o niño tiene que ser mucho más frustrante que para un adulto y debemos ponernos en su situación. Además, no todos los jóvenes han tenido una actitud de indiferencia respecto a las restricciones sociales, de hecho es la gran mayoría los que sí han sabido amoldarse a la situación por muy difícil que sea, que lo es.

¿Qué mensaje le enviarías a la juventud en esta época que parece desesperanzadora para ellas y ellos?

Cada vez estamos más cerca de acabar con esta etapa tan amarga y volver a la normalidad que dejamos atrás hace casi un año. Es difícil que algo te pare en esta vida si realmente quieres conseguirlo, y ni siquiera una pandemia global va a impedir que los jóvenes cumplan sus metas y tiren para adelante. De todo se aprende, y la resiliencia nos permitirá superar esto y lo que venga, y desenterrar argumentos optimistas para seguir adelante.

¡Gracias Álvaro!

Siempre fuisteis héroes y heroínas de nuestra infancia y juventud, y hoy lo sois más que nunca.

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